Estos se dieron a conocer también con el nombre de "Pierce Great Arrows". Los motores de los primeros modelos con seis cilindros y cilindrada de 13 litros eran casi capaces de propulsar una locomotora. Tan bueno era el rendimiento de un Pierce-Arrow que en el año 1905 ganó el primer Glidden Tour y la mayoría de las siguientes carreras.
En 1912 Pierce-Arrow fabricó el mayor motor de serie que jamás había llevado un automóvil: el modelo 66 CV con una cilindrada de 13514 cm3.
En 1914 Pierce-Arrow fue el primer automóvil con faros frontales integrados en el guardabarros.
En 1925 Pierce-Arrow Motor Car Company fabricó el primer automóvil con carrocería de aluminio.
El "Silver Arrow" producido en 1933 supuso, sin duda alguna, el culmen del avance tecnológico. Estaba equipado con un interior perfecto y su diseño era sinónimo de una elegancia inimitable.
En 1935 se construyó el primero turismo con un juego doble de faros en la parte frontal.
En las primeras décadas del siglo pasado, el Pierce-Arrow era un automóvil muy respetado y apreciado. En los dorados años 20, los vehículos de la marca Pierce-Arrow se convirtieron en un símbolo exclusivo de estatus de alta sociedad. El escritor F. Scott Fitzgerald en su novela “El Gran Gatsby” creó todo un monumento literario sobre el vehículo. Este coche podía competir con cualquier turismo europeo de lujo tanto por su equipamiento, como en diseño y fiabilidad.
Al igual que casi todos los legendarios fabricantes de vehículos de lujo, como por ejemplo Maybach, en 1938 Pierce-Arrow se vio obligado a suspender su producción tras la crisis económica mundial.
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